lunes, octubre 20, 2008

El río Sinú se mantiene estable, un día baja un poco el nivel, por la noche sube. El agua emana constantemente por entre las albarradas, inundando tierras bajas que hay a su alrededor, rodeando las zonas habitadas, por donde el agua corre constantemente por la orilla del anden, como si acabara de llover, en el peor de los extremos.
Mientras las lluvias continúan bañando nuestra tierra el Sinú sigue aumentando su cauce, ya el problema no es únicamente que los camellones soporten la erosión o la presión del río, el peligro también está en que es más el agua que baja que el espacio por donde corre y esta se derrama.
¿Tras qué vas madre Tierra?

lunes, octubre 13, 2008

El Panorama es igual... no cesa de llover




La emergencia no desaparece, el pueblo está lleno de soldados nuevamente que están colaborando colocando costales en la ribera.
Las fotos a continuación son repetitivas, pero es la misma situación la que se vive a lo largo de la ribera del Sinú.
Aunque no haya riesgo de bocas, el problema no es sólo ese, sino que el agua sigue subiendo de nivel y supera el de la albarrada, que como dije anteriormente está casi a dos metros sobre el nivel del pueblo y el agua del río corre por las calles, por las cunetas y en muchas partes por las casas.
Las siguiente son nuevas fotos en el último recorrido que hice por la región y este sería ya el cuarto post de seguimiento.
Ya mañana (martes 14 de octubre) me voy nuevamente a mi exilio semanal, a mi lugar de trabajo lej0so en las tierras altas y me desconecto físicamente de esta situación. Espero llegar el viernes y no toparme con una emergencia mayor, porque le problema es que no deja de llover.

Hay sectores en donde se bloqueó el paso masivo a las personas y totalmente a las motos, para evitar que seda la tierra, puesto que las albarradas, o camellones, se encuentran húmedos y debilitados.

El camino que va a lo largo de la orilla del río ha desaparecido en muchos sectores, puesto que el agua ha subido a él bajando luego al pueblo o a las casas vecinas.
Como el río Sinú está más alto en esto momentos que el nivel del pueblo, el agua se filtra por los costale sy corre a chorros hacia las casas que están cerca de la orilla.

viernes, octubre 10, 2008

A Salvo por el momento. La Tensión continua.

Habitantes del pueblo que se pusieron a trabajar para detener la posible boca, luego que constataron que les pagarían, lograron detener un poco el avance del agua, y digo un poco porque a mi parecer es una solución momentánea, el agua sigue filtrándose a través de los costales y esas zonas bajas que colindan con el sitio siguen inundándose cada vez más.

Los materiales que iban a enviar para darle más seguridad a las medidas, a la luna de hoy viernes 10 de octubre no han llegado y el río aún no sede y al parecer el nivel sigue aumentando. Si esta situación continúa así el Sinú puede ganar la partida.

Lo más triste de este mundo es quienes viven en las zonas de alto riesgo son personas que difícilmente consiguen que comer en el día y cuyas viviendas se componen de algunas tablitas, techos de zinc o plásticos y costales.

La boca se hizo en el mismo lugar que muestran las últimas fotos de mi post anterior, era evidente que ese es un punto flaco del camellón que ahora mismo soportado por varetas y costales humedecidos llenos de tierra/barro, nos separan de estar durmiendo entre el agua.


El agual sigue subiendo y lo preocupante es lo bajo que está el nivel del pueblo con respecto al del río.

Son muchas las entradas que el río ha hecho, por medio de la erosión, en el antes angosto camellón que lo separa del pueblo.



Estos son los pañitos de agua tibia que los habitantes del pueblo lograron poner para evitar que el camellón cediera ante la fuerza del agua, la cual aún sigue filtrándose por entre los costales llenos de tierra y desde la parte de abajo del terreno, desde donde resume convirtiéndose en un peligro más grande, puesto que el terreno se está ablandando y podría hundirse.
Esto es lo que sigue hacia adelante y más hacia allá hay muchos otros puntos críticos, al aldo de lso cuales viven muchas más familias de escasos recursos.

VIENE VIENE..... VIENE LA LLUVIA... VIENEN LOS VIENTOS

Dieciséis meses después de las inundaciones del año pasado, desde el pasado jueves 9 de octubre volvemos a estar en emergencia a orilla de mi hermoso río Sinú (o Anduin como le llamo en mi imaginación) La Hidroeléctrica Urrá, que se encuentra en lo alto de su cauce no puede seguir sosteniendo más agua y tuvo que abrir las compuertas, desde entonces el afluente ha comenzado a subir de nivel, en la tarde del jueves ya estaba a escasos 30 centímetros de la altura del camellón que lo contiene, el cual está también a escasos 2 metros sobre el nivel del pueblo en el que resido.

Hoy (viernes 10) en la mañana fui a llevar a mi pequeña Aranel donde la abuela y a la bella Idril al transporte en el carro porque desde la noche anterior no había dejado de llover, tal como ha sucedido en Medellín; escucho el rumor entre la gente del pueblo de una boca que se había abierto en la zona de emergencia del invierno pasado. Tres horas más tarde el río estaba pasándose por encima del camellón a un kilómetro más abajo de donde yo vivo.

La tensión sigue en aumento, el río no deja de pasar agua constantemente, las campanas de la iglesia sonaron varias veces de forma no acostumbrada y la gente corre por las calles gritando “boca en el río” para que los hombres vayan a cargar costales y a echar tierra en el sitio en donde el camellón se debilita, para que el agua no se abra paso hacia las casas del pueblo.

El año pasado para la fecha de mi matrimonio estaba mi pueblo inundado junto a la gran mayoría de las poblaciones del bajo Sinú. Vino presidente, y tanto el ejército como la Corporación Autónoma de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) se pusieron la camiseta (los primeros por ser quienes son y los segundos que aunque es su obligación. atender este tipo de emergencia y evitar que sucedan, me parece que como todos los entes públicos del departamento, sólo trabajan por presión del Presidente).

Después de trabajar sin descansar durante varias jornadas, colocaron costales llenos de tierra e hicieron un muro contendor con largas varetas. En el sector de La Majagua pudieron controlar la emergencia, pero el daño ya estaba hecho y los cultivos y las casas anegadas, o mejor dicho, inundadas. Acá donde yo vivo se pudo evitar una tragedia mucho más grande, puesto que acá está el mayor núcleo poblacional.

A todas luces había que reforzar las zonas afectadas cuando el río bajara de nivel. De lo que mandaron para los damnificados, muchos trabajadores de la alcaldía local, que parecen que no tuvieran trabajo, se apropiaron de alimentos, aceites y varias cosas que eran enviados para las familias que no tenían trabajo, estaban bajo agua al igual que los cultivos que le garantizarían el sostén económico futuro.

Pasó un año y cuatro meses y el río está en las mismas, y en la zona de la Majagua, en donde se hizo la boca el año pasado, se construyó en piedras una murallita dentro del terreno de las personas que se quedaron sin casa “por culpa del río y de la erosión”, dejándole espacio a la “gran serpiente de agua” para que echara más tierra en su interior. Estas fotos son de principio de semana en el sector de la Majagua, antes que el río subiera su cauce. Y esta es la obra que hizo la CVS en el lugar.

En donde yo vivo, Carrillo (Ondolindë para mi) estas obras debieron hacerse también, pero se desconoce que sucedió nunca se realizaron. Algunos culpan al dueño del terreno otros dicen que la CVS no daba la plata correspondiente… nada se sabe lo único cierto es que el río tiene corriendo a la gente otra vez.

Estas son las fotos tomadas el jueves en la tarde cuando empezó a subir el nivel del agua.






sábado, octubre 04, 2008

El Ardor que llevo dentro

Leyendo la historia del pueblo hebreo, que se remonta a los inicios de las civilizaciones en Mesopotamia, allá lejos en la memoria, no dejó de pasar por mi cabeza la curiosidad por saber lo que había detrás de la obra de Marx, Woody Alen o Chaplin, realmente se me convirtió en una fascinación el tratar de entender que se siente llevar en si mismo todo la cantidad de información que una cadena de ADN puede constituir, en este caso la conciencia de una raza que ha sobrevivido.

Tiempo después durante algunos programas televisados en los que se destacan la herencia cultural de los llamados afrodescendientes, esas personas cuyos ancestros fueron arrancados de África, dejando detrás la familia, posesiones y una vida propia; llevando consigo una cultura, la que al verse atacada por imposiciones de los más fuertes, se transforma en fusiones maravillosas que desembocan en los aportes de quienes quedaron en el trópico americano: mapalés, bullerengues, cumbias, champetas; como el blues del Missisipi y el jazz de norte América.

¿Cómo se sentirá el saber que todo lo que eres viene de una raza del otro lado del mar, de una tierra madre – África – que ni siquiera conoces?

Posteriormente en mis eternas lecturas me encontré con la historia de un poeta colombiano medio árabe, de padres nacidos en este país de contradicciones, quien constantemente rememoraba su abuela nacida en Estambul, en una ciudad llena de personas que en cuyos genes cargan un enorme cruce cultural, creo que uno de los más grandes junto con el de nosotros los latinos.

En dicha lectura, el medio árabe junto a su hermano, hablaban de lo sultanes de la Mil y Una Noche, sintiéndolos más cercanos a ellos, a su sangre, a sí mismos, de lo que yo los sentí cuando leí el libro.

Uno de esos fines de mañana, cuando regularmente salgo a bañarme antes de ir al trabajo, retomé todos esos pensamientos y los hilé, y mientras sobaba el jabón espumoso por mis brazos miré mi piel mestiza y nació esa incertidumbre por mi raza, por esos dolores acumulados, de no se cuanto porcentaje de “sangre negra” que corre en mi; por la sangre blanca que lejos de enorgullecerme me entristece, a causa de las barbaries y los abusos a los que sometieron a esa raza indígena que me duele, a la que se maltrató y robó, a la que se ultrajó y en muchos sitios acabaron.

Pese a esa vergüenza ajena que cargo con la “sangre española”, pienso en ese cruce que trae consigo esos europeos. Esa mezcla de celtas – romanos – griegos – germanos – visigodos – íberos – moros - judíos y francos cuando entraron entonces en aquella lejana iberia.

Moros, turcos, árabes, persas, otomanos, musulmanes, no lo se, para nosotros, en nuestro entorno cultural y generalizador, son una misma colada; de ellos tengo herencia en cuarto grado por línea materna, y que por esas “tramoyas” propias de la política colombiana, no sólo se perdió el apellido, sino la herencia cultural, que de la sangre nunca queda ausente.

Soy mestizo, latinoamericano, y con mi sangre corre contradicción. Un corazón que retumba al ritmo de los tambores africanos, al son de los latidos de la madre África; una pasión indígena por la tierra, y por el animismo del cosmos que contiene la naturaleza; y una eterna ensoñación por las civilizaciones de las que heredé toda mi cultura y el hambre por el mundo.

Soy quien se siente con derecho al reclamar al mundo como un solo espacio sin frontera y de libre tránsito, físico y mental. Alguien para quien no se puede desconocer esa responsabilidad que adquirimos con los códigos biológicos que nos forman, aquellos que no podemos evitar y que de forma inconsciente nos definen en nuestra esencia y en nuestra forma.