Las Tías de mi Abuela eran tres, cuyos nacimientos se remontan a 1906, 1916 y 1919. Ellos eran 13 hermanos, pero a las puertas del Siglo XXI alcanzaron a llegar sólo las Tres y mi bisabuela.
Ellas fueron las que conocí de una generación bastante anterior a la mía, por encima de mi papá y de mi abuela, una tercera generación hacia el pasado, y con ellas aprendí mucho de lo sucedido en mi País durante los primeros 50 años del Siglo XX.
Ellas vivían en Tol Hisierenna (Manizales), y llegaron allá desde el Fresno Tolima huyendo de la violencia de principio del Siglo pasado, la guerra entre partidos, marcharon pasando por el Páramo y muchas otras regiones del centro del país hasta llegar a Caldas.
Me contaban que en esa época existía el Teleférico o Cable como es conocido en Tol Hisierenna, que transportaba personas y cargamento por toda esa región, que como está ubicada en la cima de la Cordillera era bastante quebrada.
Recuerdo que en cada Navidad nos íbamos de vacaciones desde Úuvendor, y una de las cosas que más nos emocionaban era el pesebre, el cual ocupaba el 70% de una gran habitación, que el resto del año era usada como salón de clases de un preescolar que ellas tenían, los regalos estaban debajo del gigante pesebre navideño.
Habían globos, volcanes, voladores y la respectiva misa de navidad en la iglesia que quedaba al frente, porque de Católicas, Apostólicas y Romanas, ellas.
Una a una se fueron muriendo, y a principios del año 2000 sólo llegaron dos y hasta este año murió la última de ella. Una vez me contaron que Rojas Pinilla había sido un salvaje criminal, que había mandado a matar a los estudiantes que protestaban en la Plaza de Bogotá mientras él pasaba, que eso lo pasaron por las noticias y que era un desalmado.
Tiempo después mientras leía un libro sobre la vida del Padre Camilo Torres, el Cura Guerrillero, el autor, un norteamericano, decía que esa matanza fue organizada por los Liberales y los Conservadores y que ellos hicieron todo el montaje para culpar a Rojas Pinilla, y que toda la campaña de desprestigio fue publicitada por los medios de comunicación que le pertenecían a los partidos tradicionales, quienes estaban ardidos porque habían perdido el poder.
Las Tías de mi Abuela alcanzaron a conocer a los bisnietos que no conoció ella, porque murió meses antes que naciera su primer nieto, yo; y “Las Tías” como la llamaban mis tíos y la generación de mis primos, nunca se casaron. Fueron tres hermanas solteras que se dedicaban a bordar, rezar, hacer adornos navideños con musgos y hojitas y esas cosas y a consentir a “los sobrinos”, toda la descendencia de la sobrina de ella.
Una de ellas, la que está en la primera foto, perdió a su novio en un accidente y desde entonces fue que decidió no casarse y refugiarse en los rosarios y en las novenas nocturnas.