domingo, abril 20, 2008

Al Natural

Al desnudo es cuando nos atrevemos a ser quienes somos realmente, sin tener miedo a los esquemas o a los paradigmas que han rondado nuestra existencia desde tiempos de los cuales ya no existe ningún registro que trascienda en la memoria.
Desnudarse es permitirnos bailar sin máscaras, sin el menor temor a un comentario o a un rechazo. Es comenzar por aceptarnos a nosotros mismos, luchando por vivir, al natural y libre, al desnudo.

En el desencanto

En las profundas olas del valle sin sueño dejo de pertenecerte.
Arrastrado por la angustia de largos segundos de espera,
tras cortos minutos de verte.
Como el aire te elevas y te vas,
fiel a tu consistencia,
que no me brinda tranquilidad,
en un estado en el que necesito simple firmeza.

En la incertidumbre
He probado el tierno sabor del paradigmático pecado, y sólo tengo que decir que queda un sinsabor, una incertidumbre.

La dulzura de lo deseado obnubila completamente el llamado de los razonables paradigmas, haciéndolos ver sin sentido ante el grito del instinto profundo y natural que nos posee.

He probado el intranquilo sabor del esquemático pecado t también queda temor, avivado por el desconocimiento de lo real, que se aleja cada vez más ante la inevitable aparición de la duda.

La desconfianza por la veracidad de lo que se considera veraz, la pérdida de la fé en la fé.

Casi convencido de la artificial consistencia de todo lo que el hombre considera espiritual, me atreví a probar el prohibido sabor del conveniente pecado y aún no me quedan conclusiones concretas, porque aún no es clara la certeza de la realidad.
En el tierno amor
(Este escrito ya fue publicado en el Blog de mi Hija y lo quiero retomar acá en mi espacio)

Cuando el frío cubría nuestro entorno y el sol caía en el fin de su ciclo,
saliste de entre las aguas,
turbulenta y violenta como la sangre caliente que quema desde el interior de tus venas.
Aranel Linanta, ‘Princesa de muchos Rostros’,
que danzas en el aire y en el agua,
provocando olas que bañan tu pies de luz de plata.
Te viertes sobre nosotros como una nueva brisa,
un nuevo motivo que nos arrastra,
como el viento lleva las velas blancas de los barcos benditos a la ‘Isla Solitaria’.

Una razón de lucha que brilla como la espuma del mar bajo el rayo de luna.
Ahora te vemos crecer ‘Dama del Mar’,
elevarte sobre el tiempo,
enredada en manojos de sueños cristalizados por nuestro amor bella Eärwen.

viernes, abril 11, 2008

La Virgen del Caracol

No doy fe de la historia que brevemente narraré a continuación, la cual ha sobrevivido gracias a la oralidad en esta región del Sinú.
Palo de Agua es un corregimiento del municipio de Lorica en el departamento de Córdoba, Colombia, que se encuentra a la orilla del río Sinú, como la mayoría de los pueblos más antiguos, puesto que era a través del afluente que hace años circulaba el transporte desde Cartagena hasta Montería.
En ese pueblo hace muchos años, unos hombres que iban en una lancha por el río encontraron pegado a su transporte acuático un caracol grande que estaba muriendo, según ellos, debido a una extraña pigmentación café que estaba apareciendo en su interior.
Uno de ellos se lo llevó a su casa y con el tiempo al caracol se le fue cayendo parte de la concha dejando descubierto la parte interior de él, en donde estaba la extraña coloración y con el tiempo esta se fue definiendo cada vez más quedando a su vez completamente visible una figura femenina que en su brazos lleva cargado un niño.
La comunidad alarmada por el suceso, asemejan la figura con las múltiples imágenes que hay de las múltiples apariciones de María y su hijo Jesús y lo llaman “La Virgen del Caracol”. La comunidad de creyentes le abren espacio en una capilla del corregimiento y comenzaron a aparecer las peregrinaciones al sitio y muchas ofrendas de los fieles por los favores recibidos de la imagen de la Mujer madre.
Recuerdo que cuando era niño fui con mi mamá a pagarle una manda o deuda que mi progenitora había adquirido con ella en petición por mi salud, y así igual que nosotros cada año van muchas personas con figuritas en oro o con cajas de vela a cumplirle al objeto de sus creencias.
Este año, el pasado jueves santo, volví a pasar por el sitio y me acordé de sus existencia, por lo que le dije a mis amigos que entráramos para comprobar que la imagen si era visible.
Cuando localizamos la capilla en donde está y luego de pedir permiso a dos religiosas, entramos hasta el fondo hacia una urna de vidrio que la protege me imagino de quien la vaya a tocar. Y ahí estaba, pude ver la figura rápidamente y sin tener que pelear con la vista como cuando nos paramos frente a un cuadro de figuras tridimensionales ocultas.
Quiero aclarar que no soy religioso ni profeso fe alguna, aunque sí soy muy místico y he de reconocer que la imagen sí está y que sí se parece a la imagen de la aparición de María en el Monte Carmelo, o la popular llamada Virgen del Carmen. Detallándola se puede apreciar el contorno de una cara redonda, un niño en sus brazos y los escapularios colgándole del otro brazo desocupado. Como se da esto, o si es natural o ficticio no lo se ni puedo asegurarlo, pero el caracol está y su imagen cada vez es más nítida.


La fotografía la tomé yo con mi celular en una capilla con luz natural de medio día. El Caracol está detrás de una urna con puerta de vidrio, por eso el reflejo en la imagen.

Los invito a visitar el espacio de Bloggers por la Tierra