Como mordorsoft ha controlado mi conexión a Internet, y por lo tanto ha afectado a Hello y a Photobucket, no pude publicar el recuento de fotos de las actividades hechas durante el mes de abril, así que volveré a escribir y narraré un poco de todo y de aquello. De todos modos apenas fueron publicadas como 4 fotos, si no estoy mal, de la Mereth (si que fue una mereth) del mes pasado.
Aparte que despedimos a Gil-galad como cuatro veces, y se fue sin avisar, también nos reunimos para celebrar el cumpleaños de Fingolfin, el cual lo celebramos dos veces, jeje, la verdad es que non excusas para reunirnos a beber, el destino lo quiere así y como Túrin para donde el destino diga para allá vamos, ya aprendimos a no escondernos de él ni a cambiarnos los nombres para que no nos encuentre, no quisiera terminar casado con mi hermana.
(Maldición porque no puedo mostrar las fotos) Bueno en el cumpleaños la pasamos bacano, en los dos festejos, Galadriel y Arien mostraron su casta para ser de la Araña, cedieron ante al cáliz sagrado sin haber desayunado, almorzado y ni siquiera cenado (si hubieran sido hobbits este recuento hubiera sido más largo y dramático), a la final brillaron con la luz de Uuvendor, aquella que se teje como un telar de araña a nuestro alrededor.
El primer festejo fue un miércoles en la tarde, sin querer (y es verdad) terminamos bebiendo, cuando logramos irnos, como a las 8:00 de la noche, antes de que el último bus de Tráns-Mûmak nos dejara tirados, salimos corriendo de la casa de Fingolfin y logramos montarnos en ese animal del demonio, mientras Fingolfin gritaba desde abajo: En donde está Angieth, viene con Tuor gritaban unos, pero yo decía que la traía Juan Carlos, pero Juan Carlos dijo que la tenía Fingolfin, quien después de revisar se dio cuenta él y todos los que estaban en el trasporte, que Angieth reposaba en manos del abuelo elfo.
Fue un verdadero Tour a la Locura es viaje desde Calenandë hasta Ondolindë, y luego a llevar a Arien a su morada y volver a la mía, de verdad quedé inservible.
El sábado era el día del festejo sin restricciones laborales o académicas, Arien y yo sagradamente cumpliendo con las disposiciones de la Araña llegamos allá a las 5:30 de la tarde, y no supimos de ahí hasta las 6:00 a.m. del domingo lo que fue pasar un trago.
Ahí es donde viene un comunicado oficial del la Junta Directiva del Concilio de Angieth, que aunque no estábamos completos, había Quórum:
Aparte que despedimos a Gil-galad como cuatro veces, y se fue sin avisar, también nos reunimos para celebrar el cumpleaños de Fingolfin, el cual lo celebramos dos veces, jeje, la verdad es que non excusas para reunirnos a beber, el destino lo quiere así y como Túrin para donde el destino diga para allá vamos, ya aprendimos a no escondernos de él ni a cambiarnos los nombres para que no nos encuentre, no quisiera terminar casado con mi hermana.
(Maldición porque no puedo mostrar las fotos) Bueno en el cumpleaños la pasamos bacano, en los dos festejos, Galadriel y Arien mostraron su casta para ser de la Araña, cedieron ante al cáliz sagrado sin haber desayunado, almorzado y ni siquiera cenado (si hubieran sido hobbits este recuento hubiera sido más largo y dramático), a la final brillaron con la luz de Uuvendor, aquella que se teje como un telar de araña a nuestro alrededor.
El primer festejo fue un miércoles en la tarde, sin querer (y es verdad) terminamos bebiendo, cuando logramos irnos, como a las 8:00 de la noche, antes de que el último bus de Tráns-Mûmak nos dejara tirados, salimos corriendo de la casa de Fingolfin y logramos montarnos en ese animal del demonio, mientras Fingolfin gritaba desde abajo: En donde está Angieth, viene con Tuor gritaban unos, pero yo decía que la traía Juan Carlos, pero Juan Carlos dijo que la tenía Fingolfin, quien después de revisar se dio cuenta él y todos los que estaban en el trasporte, que Angieth reposaba en manos del abuelo elfo.
Fue un verdadero Tour a la Locura es viaje desde Calenandë hasta Ondolindë, y luego a llevar a Arien a su morada y volver a la mía, de verdad quedé inservible.
El sábado era el día del festejo sin restricciones laborales o académicas, Arien y yo sagradamente cumpliendo con las disposiciones de la Araña llegamos allá a las 5:30 de la tarde, y no supimos de ahí hasta las 6:00 a.m. del domingo lo que fue pasar un trago.
Ahí es donde viene un comunicado oficial del la Junta Directiva del Concilio de Angieth, que aunque no estábamos completos, había Quórum: