Ya van 2 veces que se me pasa el cumpleaños de mi blog, lo tengo pendiente todo el año y cuando llega enero se me borra de la mente y vuelvo y me acuerdo en febrero, cuando ya para qué.
Ayer estuve mirando el blog de un amigo que se retiró del cibermundo por un tiempo, Gil-galad, y encontré un post que hablaba sobre ciertas frases del vampiro Lestat, de entre las que habían hubo una que me llamó mucho la atención, me imagino que debe estar en el libro “La Entrevista con el Vampiro” de Anne Rice, debido al contexto de la misma frase: “-Yo siempre he sido mi propio maestro y debo confesar que también he sido mi alumno preferido.”.
Debo confesarlo yo también, aprendo muy rápido y capto a velocidades increíbles la dinámica de muchas cosas, y a veces me he asustado de lo que he hecho, puesto que en muchas etapas he desarrollado ideas, pensamientos y acciones que anteriormente no contemplaba, y las he ejecutado tan limpia y fríamente que parece que hubieran sido rutinas en mi. He sido mi propio maestro.
Cada vez me siento igual al príncipe malcriado, aún sin ser él mi personaje favorito, pero a medida que estudio más su vida y sus acciones me doy cuenta de las pequeñas similitudes, esas ganas de absorber el mundo y hacer de él mi “Jardín Salvaje”, como lo solía llamar.
Poder verlo todo, vivirlo todo, conocerlo todo, ese es el verdadero interés y pasión por la inmortalidad, poder seguir el transcurso de la humanidad, ver donde desembocará el embrollo llamado mundo, el sólo pensar en al muerte como la posibilidad de no seguir aprendiendo de todo lo que haya acá me agobia, aunque soy consiente (y creo firmemente en ello) de que la muerte es un paso a otro estado de conciencia y de aprendizaje.
Pese a eso, quiero como Tuor seguir en este mundo hasta que ya no hay nada interesante por conocer en él, y no como otro estado de conciencia.
Realmente este post fue un poco un desvarío de muchas cosas que tengo arremolinadas en mi interior, que no quiero dejar salir y que no quiero que se sigan gestando en él.
Debo confesarlo yo también, aprendo muy rápido y capto a velocidades increíbles la dinámica de muchas cosas, y a veces me he asustado de lo que he hecho, puesto que en muchas etapas he desarrollado ideas, pensamientos y acciones que anteriormente no contemplaba, y las he ejecutado tan limpia y fríamente que parece que hubieran sido rutinas en mi. He sido mi propio maestro.
Cada vez me siento igual al príncipe malcriado, aún sin ser él mi personaje favorito, pero a medida que estudio más su vida y sus acciones me doy cuenta de las pequeñas similitudes, esas ganas de absorber el mundo y hacer de él mi “Jardín Salvaje”, como lo solía llamar.
Poder verlo todo, vivirlo todo, conocerlo todo, ese es el verdadero interés y pasión por la inmortalidad, poder seguir el transcurso de la humanidad, ver donde desembocará el embrollo llamado mundo, el sólo pensar en al muerte como la posibilidad de no seguir aprendiendo de todo lo que haya acá me agobia, aunque soy consiente (y creo firmemente en ello) de que la muerte es un paso a otro estado de conciencia y de aprendizaje.
Pese a eso, quiero como Tuor seguir en este mundo hasta que ya no hay nada interesante por conocer en él, y no como otro estado de conciencia.
Realmente este post fue un poco un desvarío de muchas cosas que tengo arremolinadas en mi interior, que no quiero dejar salir y que no quiero que se sigan gestando en él.
5 comentarios:
Al contrario, Tuor, este post resultó bastante interesante, porque combinaste literatura y vida, y particularmente tu vida. De esta, llama la atención lo que comentas, y puedes darte por bendencido cuando notas que cuentas con facultades y dones que no son tan comunes. Sí, también he llegado a pensar que me hubiera gustado tener un maestro como yo, y me gusta ser el alumno que soy. Alumno, obvio, de la vida. Saludo.
Higlandeeeeeer... no me pares bola.
Un saludo!
Alumno y maestro al mismo tiempo. Suena interesante la reflexión.
Pues bueno, te felicito por tu cumple blog, aunque tarde y te agradezco por existir porque me has dado momentos muy gratos con todo lo que publicas en tu blog.
Un grande abrazo lindo para tì!
no veo a la muerte como una desaparicón del "otro", la veo más bienc omo una transformación del ser.
huy, que bueno q tan solo una persona se haya interesado por mi historial de post.
saludos (el vicio del internet es inquebrantable)
saludos desde la escuela naval...
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