Debo confesar que cada vez estoy menos seguro del verdadero sentido de lo que me rodea, y no es que yo no le tenga sentido a mi vida o a mis cosas, porque tengo claro mi propósito de ser y estructurada mi creencia.
Debo decir que tengo fe que en lo que yo creo es la verdad, o por lo menos la verdad que he construido después de tanto indagar y reflexionar acerca de ella, y bajo esas estipulaciones baso mi bases de vida e interrelación con el mundo que me rodea.
El asunto es que el natural egocentrismo del ser humano me lleva a cuestionarme acerca de la veracidad de lo que creo o decidí creer, partiendo en que no creo en la veracidad de lo que me enseñaron a creer ni en lo que muchos otros creen.
Me aterra morir sin saber la verdad de todo lo que me rodea, partir estando equivocado. Fallecer y ni siquiera tener la posibilidad de darme cuenta que el alma no existía por ejemplo, o si sí existe enterarme que en todo lo que creí o me enseñaron era falso.
Aunque muchos se recuesten en la fe como respuesta, esta es tan artificial como todo lo que ha sido dado por la mano del hombre, el que yo crea fervientemente en algo no me da la certeza de que sea real. La complejidad de la naturaleza y la forma como ella misma se acomoda a los cambios, diseñando seres tan complejos como la capacidad de entender la razón de todo lo que es y su inicio.
Debo confesar que soy naturalmente existencialista y que no entiendo (aunque respeto) como hay seres que ni siquiera les preocupa descubrir la verdad sobre la razón de su existencia o de comprender la verdad que hay detrás de la cantidad de doctrinas que nos han metido en la cabeza.
Debo decir que tengo fe que en lo que yo creo es la verdad, o por lo menos la verdad que he construido después de tanto indagar y reflexionar acerca de ella, y bajo esas estipulaciones baso mi bases de vida e interrelación con el mundo que me rodea.
El asunto es que el natural egocentrismo del ser humano me lleva a cuestionarme acerca de la veracidad de lo que creo o decidí creer, partiendo en que no creo en la veracidad de lo que me enseñaron a creer ni en lo que muchos otros creen.
Me aterra morir sin saber la verdad de todo lo que me rodea, partir estando equivocado. Fallecer y ni siquiera tener la posibilidad de darme cuenta que el alma no existía por ejemplo, o si sí existe enterarme que en todo lo que creí o me enseñaron era falso.
Aunque muchos se recuesten en la fe como respuesta, esta es tan artificial como todo lo que ha sido dado por la mano del hombre, el que yo crea fervientemente en algo no me da la certeza de que sea real. La complejidad de la naturaleza y la forma como ella misma se acomoda a los cambios, diseñando seres tan complejos como la capacidad de entender la razón de todo lo que es y su inicio.
Debo confesar que soy naturalmente existencialista y que no entiendo (aunque respeto) como hay seres que ni siquiera les preocupa descubrir la verdad sobre la razón de su existencia o de comprender la verdad que hay detrás de la cantidad de doctrinas que nos han metido en la cabeza.
3 comentarios:
Señor Tuor, la verdad es que moriremos sin saber muchisimas cosas de nuestra existencia, pero creo que si nos pensamos mucho en el futuro y en lo que hay despues de la muerte, cuando llegue el dia nos encontraremos muchas sorpresas, ademas el hecho de que haya alma independiente de que si se verdad o no y muchas otras cosas mas hacen nuesta existencia mas ´pintoresca y para muchos da sentido a sus vidas.
estoy completamente de acuerdo contigo amiga Elfa, pero en lo que dijiste al final con respecto que a muchos les da sentido a sus vidas, pienso que el problema està precisamente en dar consuelo para no sentirnos menos ignorantes, preferimos dar nuestras respuestas y quedarnos con ellas para no ahondar más en el asunto.
Tu perfil de existencialista me seduce, lo confieso. Sucede que el ser humano prefiere ignorar muchas cosas por temores existenciales... y es de cuidado.
Leer tu filosofía me hace ir más allá. Cuantos enigmas quedarán por solucionar cuando partamos? Decía un amiga de mi madre hablando sobre la muerte como caso puntual: "debe ser tan bueno morir que todos se quedan por allá y nadie vuelve por estos lados ni a contarnos lo que pasó".
Te dejo besitos amistosos y dulces apreciado Tour!
Publicar un comentario