Soy una diosa, una luz, energía pura, floto sin forma y no sé en dónde.
Tuve conciencia de mí misma y no me reconocí, necesité estirarme y así lo hice.
Traté de definirme y el pensamiento apareció, buscando forma, con intención de manifestarse.
Ya fui pensamiento antes que todo fuera, pero aún nada era.
Entonces empecé a vibrar y un canto fuerte y ensordecedor emanó de lo que era mi esencia, me convertí en todas las escalas de sonido juntas, en una palabra total y completa y me pronuncié a mí misma sin certezas de lo que pasaría…
…Millones de años después…
Sobre rocas se movían seres con formas, al principio inconsciente de sí mismos, básicos e instintivos, gruñían y gruñían, se arrastraban y morían. Perdidos en su jungla se miraron a los ojos y descubrieron la intención oculta. Entonces se pararon rectos y sus gargantas lanzaron un lamento de reconocimiento:
En el principio era la palabra y la palabra estaba en… y la palabra era….
Nunca lo supieron, aprendieron a hablar, a reconocerse, pero nunca la encontraron, la palabra se perdió.
La palabra fue voces, era necesario hablar.
El sonido es música, pura e infinita, completa.
Fui conciencia que intentaba reconocerse sin forma única, todas las formas me representaban, eran parte de mi esencia. Entonces los elegí para que me buscaran, para que me buscaran y me mostraran mi verdadero rostro, mi razón de ser.
Hubo truenos y sonidos ensordecedores: el cielo hablaba.
El mar embravecido, golpe de ola contra roca: un planeta respondía.
Los rugidos del techo negro fueron nubes de polvo que todo lo oscurecía y el temor creó las historias. La Naturaleza en su lenguaje y sus criaturas descifrando los suyos.
Entonces hubo cantos frente a la hoguera, en dos extremidades se levantaron sobre las montañas a invocar al viento, al sol, a lo que se moviera detrás de ellos, a lo que se desconocía pero se intuía y sólo las voces entonces plasmaban lo que pensaban era su realidad.
El sonido no me bastaba y mis criaturas dijeron que eran imagen de mi, conocieron la representación y comenzaron a darme forma, con cuernos, desnudo y luego multiforme y ya no sabían con certeza como era yo, querían arrastrarme al uno sin entender que como unidad lo contengo todo.
El sonido no bastaba y el pensamiento se convirtió en imagen, toros y fieras, seres míticos que representaban sus deseos.
Muchos años han pasado y oír sin ver y ver sin oír no colmaba la realidad.
Largo fue el camino y la luz reveló el secreto de la imagen, el magnetismo el movimiento.
Dejaron de buscarme, el lenguaje dejó de ser instrumento de su búsqueda para convertirse en el arma de la negación. Representación de ilusiones, de realidades alternas denominadas ficción. Cantan la verdad sin reconocerla, creen en la razón que no existe.
Lo usan para engañarse, para esconderse, para eliminarse. Atrás dejaron lo sagrado, lo místico, el poder del sonido la magia de la imagen, como juego empezó y en un juego nos sumergimos. Oral, gráfico, sonoro y visual, damos vueltas en la misma rotonda y no escuchamos ni miramos hacia el centro de ella. Porque ahora sus ojos son mis ojos y sus oídos los míos. Alguna vez fueron mi voz, ahora son lamentos.
Los pensamientos que fueron palabras, ideas, abstracciones pasaron a mensajes concretos. A viva voz cantaron el poder de los números, pues creyeron en la religión de lo concreto y de lo comprobable.
…Y yo lo desaté todo para poder comprobarme a mí misma.
J.C.