En Córdoba mucha gente sale a coger iguanas, como se dice acá, y luego seleccionan a las que están embarazadas y les sacan los huevos para el consumo personal, de los amigos y para la venta.
Luego cosen a algunas, otras las dejan abiertas, y muchas veces las arrojan al río, se llenan de agua y mueren, otras se infectan y también mueren, y las que sobreviven al salvajismo nunca más vuelven a tener hijitos, puesto que no son precisamente veterinarios quienes las abren.
Es increible que en esta época aún hayan costumbres tan bárbaras. Y que muchos de esos animales (porque eso son) que buscan a las iguanas, maten a cuanto animal se encuentren en el camino, si agarran por accidente a un iguano lo matan, y si es hembra y no está embarazada también (como si ella tuviera la culpa).
Es realmente impotente no poder hacer algo, porque uno queda como raro ante los demás por luchar por el sentido ecológico, y que a las personas les parezca lo más normal, e incluso ni les importe la situación de estos animales.
Quiero con esto manifestar mi dolor ante esta realidad, y que ojalá hayan personas que se me unan para levantar la voz de protesta.
Tuor
1 comentario:
eso que dices es muy feo aca en mexico para ser precisos en tabasco en las zonas rurales las usan para consumo. hembras y machos pero. se comen todo iguanas y huevos eso que dices que las habren y las dejan asi no manches me ha dejado perpejlo.
no justifico a mis vecinos tabasqueños pero creo que es una mejor forma del consumo del animal.
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