domingo, diciembre 31, 2006
martes, diciembre 19, 2006
NO FUE FÁCIL, PERO SÍ GRATIFICANTE.



Reitero lo dicho en el título, no fue fácil, luego de este viaje volví a sentir lo que es que la voluntad sea el único motor de un ser. Muchas veces sentí deseos de caerme y quedarme tirado, cuando ya no podía continuar avanzando, mis compañeros de viajes, que fueron tres más, descansaban y seguían, sabían que no había tregua por lo que también muchas veces en contra de sus deseos continuaron el camino.

Fueron 12 horas de pedal. Al principio la topografía fue plana y así fue durante las 2 primeras horas de viaje, pero luego comenzaron a elevarse pequeñas lomas y después fueron grandes montañas.
A pesar del gran calor y de los litros de sudor (porque me atrevo a apostar que fueron litros) pudimos hacer varias paradas en donde un árbol diera buena sombra para tomar un poco de agua, gaseosa, omnicros, y comer pan con salchichas o panela, lo que nos sostuvo durante el camino.

Lo más emocionante y que a la vez me causó temor y alivio, fueron las bajadas de las montañas. Era ahí en donde descansaba de pedalear, dejaba que la gravedad se adueñara de mi bicicleta (Eärramë), lo cual me llegó a asustar muchas veces, puesto que pedaleamos por carretera destapada y trochas, y no era muy seguro el camino, el cual estaba lleno de piedras y mu

Tuve muchas veces miedo de caerme y recordaba la historia de una señora que se accidentó en una situación similar y se partió la clavícula y convulsionó.
A lo que fueron siendo las 4 de la tarde ya mi cuerpo no respondía a las órdenes de mi cer

Lo único que me mantenía era la voluntad. Después de arrancar de Carrillo y pasar por San Pelayo, La Madera, Bongamella, El Bálsamo, Buenos Aires, El Líbano y Santa Isabel; en La Pa

De los cuatro fuimos los últimos en dejarnos ir en las bicicletas en la loma, yo iba detrás un poco inseguro de bajar montado sobre Eärramë y optando por caminar, pero Brego se deslizó sobre la bicicleta y no tuve otra opción, 4 segundos después de montarme en mi vehículo lo vía desmoronarse

Cuando me pude bajar y voltear hacia atrás, tenía el lado derecho de su cara llena de sangre que caía a chorros en la tierra, la bicicleta partida en dos y las cosas regadas por le camino, los otros dos compañeros de viaje ya habían terminado de bajar e iban lejos.
Luego de reagruparnos una señora del pueblo limpió las heridas en una mototaxi de un amigo lo enviamos al centro de salud de Puerto Escondido, en donde pasó la noche y tomaron 15 puntos en tres heridas cerca del ojo, producidas por las piedras. Al día siguiente se devolvió hacia su casa.
Nosotros recogimos parte de sus cosas y después de 2 lomas más y muchas bajadas, pasamos por Agua Viva y llegamos al Silencio, allí estuvimos un poco estresados por el accidente y cansados por el viaje. Colgamos hamacas, Ibuprofeno para el dolor y después de charlas un rato a las 9:30 nos dormimos.
A las 6:30 de la m

Pasadas las 10:30 de la mañana, después de reposar el desayuno partimos, una hora nos demoramos en el camino, El Silencio, Plan Parejo, Los Cheres, Puerto Escondido; una vez monté la bicicleta y sentí nuevamente el maltrato de la silla, el cansancio volvió a mi cuerpo como una ráfaga, hasta que la fin llegó la última de las montañas, como en 8 etapas la subí arrastrando la bicicleta y el morral de viaje, contando de 20 en 20 los pasos para distraerme hasta que la fin divisé los diapiros (volcanes de lodo) y a unos 100 metros el mar desde lo alto de la Loma de Puerto, como la llaman.
Por fin, el final de nuestro viaje, toda una tarde dedicada a caminar por los kilómetros de mar pedregosos y de poca arena, playas completamente vírgenes y solitarias.
En la noche dormimos en una pequeña enrramada que encontramos a la ori

Ese día montamos las bicicletas en un camión y las mandamos hasta Cereté, al día siguiente a las 7 de la mañana, después de una Coca-Cola con varias carimañolas (una especie de empanada cuya harina está hecha a base de yuca) retornamos en un bus, que nos llevó hasta Montería, de ahí tomamos otro hasta Cereté, en donde recogimos las bicicletas, y luego retornamos a Carrillo, lugar de partida.
No están en orden cronológico, pero este es un mosaico de fotos del viaje.








viajes en bicicletas
viernes, diciembre 15, 2006
EL VIAJE DE FIN DE AÑO

El próximo domingo 17 de Diciembre inicio junto con los Charolastras el segundo recorrido en bicicleta por nuestras tierras. El viaje esta vez lo haremos por el norte de Úuvendor (acá Córdoba) partiremos de Ondolindë (acá Carrillo) a las 4:00 de la madrugada a lo largo de la zona rural, son 60 kilómetros de camino aproximadamente.
En la primera etapa del viaje llegaremos a El Silencio, a 11 kilómetros de Nurtamnalondë (acá Puerto Escondido) la cual es nuestra meta final, en esta primera población dormiremos la noche del domingo, y el Lunes 18 en la mañana iniciaremos la segunda etapa del viaje.
Estos últimos 11 Kilómetros hasta Nurtamnalondë son en su mayoría un valle entre montañas, muy parecido a Dor-lómin de la hundida Beleriand, altas montañas grises y al otro lado el mar.
Dormiremos al lado del mar, para eso llevamos hamacas y una serie de elementos que al calor de una buena pipa enumeramos con anticipación, en donde por supuesto se encuentra una toalla y una cuerda.
El martes en la mañana iniciamos la tercera etapa del viaje, un solo retorno directo y sin escala al lugar de partida.
Espere las crónicas del viaje, al cual hemos denominado II Tour Angieth “En busca de la Naturaleza”.

miércoles, diciembre 13, 2006

En esos pequeños vacíos de la existencia están también la raíz de la desilusión y el desengaño.
Añoro ser menos detallista y no analizar tanto lo que me hace dar cuenta de la realidad que me rodea.
Vuela 2006, que el próximo año pego 2 veces.
Arriba yo de 4 años, no era un niño Johnson, pero era una deuda que tenía con lo de publicar una foto del Baúl.