Buscando en la blogosfera me encontré con una revista virtual sobre literatura, y encontré 2 artículos que me llamaron mucho la atención, uno de ellos nos muestra el por qué leer a Tolkien y a Orwell, del cual extraje una cita que quiero compartir con ustedes:

JRR (siglas de sus nombres de pila John Ronald Reuel) Tolkien no sólo escribió una trilogía de medio millón de palabras, sino que dedicó toda su vida, toda su energía a trabajar con ellas, a mimarlas, a conocerlas, a hacerlas brillar. Aunque la indudable calidad de su obra de ficción le brinda merecidamente el título de escritor, Tolkien siempre se vio a sí mismo como lingüista y catedrático. Creó idiomas, dominó lenguas casi perdidas, formó generaciones de estudiantes, contribuyó a la mejor comprensión de las palabras y creó mundos donde la fantasía es el medio para dar a conocer una filosofía de vida, una elección, como se ve en la descripción que hace de los hobbits, creaturas a las que siempre se sintió ligado. Hasta su muerte, Tolkien se sintió extrañado por la popularidad de su obra de fantasía y por muchas de las interpretaciones que se hicieron de ella, tales como “una gran alegoría cristiana”, “la última obra maestra de la Edad Media” o “un juego filológico”.

Estos son los links de los artículos de la Revista Literaria Azul@rte.

http://revistazularte.blogia.com/2006/110910-john-ronald-reuel-tolkien-alcaudon.php

http://revistazularte.blogia.com/2006/110911-john-ronald-reuel-tolkien.php

Sobre los Ents

De el mismo material de la tierra, la ‘valier’ ‘Yavanna’ (diosa) señora de la naturaleza, dio vida a los grandes Pastores de Árboles, quienes fueron llamados ‘Ents’, en el tiempo en qué sólo las estrellas iluminaban el mundo.

En la oscuridad de los bosques de la Tierra Media estos seres antiguos cuidaron los árboles de las hachas, pero con el tiempo se fueron durmiendo, después que aprendieran la lengua de los elfos y que perdieran en las praderas a las ents-mujeres.

Grandes, con la piel tan dura como la corteza y con la fuerza para destruir una roca en cuestión de segundos, durmieron en los bosques, en el sitio llamado Fangorn olvidándose del mundo; muchos de ellos se volvieron arbóreos como dirían entre ellos, denominados Ucornos.

Fue hasta la Guerra del Anillo que volvieron a despertar, dejando surgir su furia ante las amenazas de destrucción de su bosque, cuando el mal se extendía acabando con la naturaleza que ellos debían proteger, cuando la aridez amenazaba con acabar con lo que ellos tanto querían y con su paz.

Fue en la Guerra del Anillo cuando se vio la última marcha de los Ents, los guardianes del bosque quienes luchaban para ver crecer los nuevos retoños y germinar las semillas, porque el mundo siguiera siendo puro y la aridez no se lo consumieran.

Este post es para esos grandes árboles parlantes que conocen la calma y no se dejan llevar por el apresuramiento, porque para ellos somos eso, criaturas apresuradas; para los defensores de la naturaleza y quienes soñamos seguir viviendo en un Planeta verde azul.

Dibujo: Ted Nasmith.