En donde trabajo actualmente, que es al norte del departamento y que yo he llamado Dînimlad ‘Valle del Silencio’, todo cambia drásticamente durante esta época del año, la gran parte de los árboles pierden sus hojas y algunos de ellos como el Mata ratón y el Roble, se llenan de flores rosadas que se encargan de tapizar el suelo de su alrededor.
Da una ligera sensación de otoño y muy pronto florecerá otra de las bellezas que se encuentra en esta zona, el árbol llamado Polvillo, cuyas flores amarillas parecen que resplandecieran con un tono ligeramente dorado, que espero tener el placer de posteralo aquí más adelante.
El paisaje deja de ser verde y se torna en diferentes tonos tierras, dando una sensación de desolación y soledad. El suelo se agrieta y entre más tiempo demoren en aparecer las lluvias más grandes se harán las hendiduras en las cuales llegan a caber el pie de una persona.
El agua para consumir sigue siendo adquirida en los pozos o represas que tienen
construidas los habitantes de esta zona en sus porciones de tierra, la cual sigue disminuyendo hasta que a fines de marzo o a principios de abril retornen las lluvias y vuelva a bañar las lomas y los pequeños valles que encierran y que son cruzados por fuertes arroyos que sacan el agua hasta el mar, ubicado a