domingo, agosto 24, 2008

Las Aguas Encantadas

Hace poco estuve de visita por Chinú, una de las poblaciones más antiguas del departamento de Córdoba que queda ubicada en la zona de sabanas, en los límites con el también departamento de Sucre.
Ubicada en antiguo territorio Zenú, como lo era la zona de Córdoba, Sucre y el Bajo Cauca, herencia de una cultura indígena arrasada y masacrada por los españoles durante la época de la conquista, acabando con sus creencias, su cosmogonía, su lengua, aunque aún se mantiene parte de su identidad en pocas cosas que han sobrevivido ante la absurda idea que lo que es civilización, falso legado dejado por los egocéntricos europeos.
Es en esta ciudad en donde se pretende realizar el próximo encuentro de aficionados, seguidores e interesados en la obra del profesor J.R.R. Tolkien, el VI Concilio Tolkien Ninlútnin 2009.
Ninlútnin es la forma corta de Caras in Ninlútnin, que significa en Sindarin, Ciudad de las Aguas Encantadas, uno de los apelativos que tiene Chinú, y aunque no he podido averiguar exactamente por qué, se que hay un pozo del cual se abastecía hace muchos años la población, debido a que en el sitio no hay ríos, llamado el ‘Pozo de Molina’, y del cual actualmente se dice que quien beba de esa agua nunca se va de Chinú, o el más grave de los casos se casa en el lugar, lo positivo es que otro apelativo de la población es ‘La Ciudad de las Mujeres Bonitas’
En todo caso este post es una invitación abierta a todos aquellos que quieran venirse de paseo el 3 de enero del próximo año a esta región, y disfrutar cuatro días de festejos y actividades entre aficionados del creador de El Señor de los Anillos.
Las Fotos son del centro, la Iglesia, el Parque y la Alcaldía. Esta población está sobre la vía que conduce de Medellín hacia cartagena, entre Planeta Rica y Sincelejo. Y está a 25 minutos de Tuchín, localidad en donde está ubicado el resguardo Zenú, epicentro de las artesanía sy cuna del Sombrero Vueltiao.





sábado, agosto 09, 2008

Recordando al viejo Huor

Voy a hablar de mi papá, teniendo la plena certeza que no lee mi blog, y voy a empezar diciendo que me siento orgulloso de él, por todo lo que ha construido en su vida.
Nació en la década de los 50´s del pasado siglo en Manizales, hijo de un ecuatoriano que se dedicó al negocio de la zapatería cuando llegó por equivocación a este país.
Por la dinámica de las universidades públicas de nuestro país durante los 60´s, 70´s, 80´s, 90´s y aún en esta década (Los paros), mi papá se fue al Ecuador y no esperó para estudiar medicina, que era lo que anhelaba (si lo hubiera hecho la historia fuera otra).
A ese país escapó muchas veces desde que era un niño, y ha vuelto hasta la actualidad cada vez que puede. Cuando regresó ya se habían normalizado las clases y se presentó en el Sena, del cual pasó a laborar con la extinta Caja Agraria, con la que trabajó en el Fresno, Tolima, tierra de donde era mi abuela; y luego al departamento de Córdoba, en el cual habían dos opciones, el municipio de los Córdobas a la orilla del mar, actualmente uno de los menos desarrollados, y en esa época en palabras de mi papá: “un moridero”; la otra opción era San Pelayo, sobre la vía principal, a 45 minutos de la Capital, Montería, y tierra de músicos.
Esa última opción definitivamente fue la mejor, porque acá conoció a mi mamá y se hizo como es hoy día. Trabajó como Inspector Agropecuario en la Caja Agraria de San Pelayo, en donde recorrió muchas partes del departamento, en algunos de esos viajes me llevaba en la moto con él. Recuerdo que se demoraba mucho para mi gusto en ese entonces.
Mientras estuvo en Manizales, en su época de joven fue director de la Cruz Roja Juvenil de Cáldas, a través de la cual fue partícipe de muchos eventos en esa zona del occidente del país, y con ella vuelve nuevamente al Ecuador de sus vagabunderías (como le digo yo, en el buen sentido que pueda tener esta expresión).
Es por este espíritu trabajador que sale de sus labores en San Pelayo, para dedicarse la sindicato de trabajadores de la caja Agraria de Córdoba, en el cual llegó a principio de los 90´s a ser el Presidente, y se la pasaba de viaje en asamblea, en muchas épocas del año y aunque sacrificó muchas fechas especiales siempre fue responsable con sus compromisos, eso lo entendí yo en él, hoy día no entiende esas decisiones en mí.
Esa temporada fue muy peligrosa en mi región, hubo nuevos levantamientos en armas, esta vez la ultra derecha, y con la llegada de esta oscura fuerza comenzaron las muertes de aquellos que representaban la izquierda, porque injustamente o no, eran relacionados con grupos guerrilleros, por lo que sabiamente mi progenitor decidió pensionarse.
Luego de pensionarse con 20 años de trabajo y aún joven, comenzó a buscar como generar más dinero que pudiera sostener la ya algo grande familia y sus necesidades, estábamos saliendo poco a poco sus cuatro hijos del bachillerato y entrando a la universidad, es así como se montó en muchos negocios, algunos le dieron otros representaron pérdidas, pero el tiempo y los extraños lineamientos de la vida le fueron colocando los peldaños que lo llevarían al punto en el que se encuentra en estos momentos.
Primero una moto, luego la otra, luego un carro, luego dos más, se vendía uno y se compraba otra y así fue mejorando el sistema de transporte familiar, el cual fue muy importante durante las vacaciones, en él viajamos hasta Santa Marta y Valledupar, con el viajábamos cada rato a Manizales, fuera por Medellín o por la Dorada, y hasta la provincia de Guayaquil en Ecuador.
Me imagino que fue así como nació mi amor por la geografía y por los viajes, por irme a territorios nuevos y conocer lo extraño.
Hoy día es a través de su Fundación que continúa trabajando y manteniendo estable la economía familiar, y mejorando cada vez más el nivel de vida. Me siento orgullosos de un hombre trabajador que llegó con si nada y se construyó sólo, que demostró que podía ser aunque no contara con un título universitario, que es lo que más le afecta a él personalmente, pero que no fue impedimento que le evitara llegar lejos.