En donde trabajo actualmente, que es al norte del departamento y que yo he llamado Dînimlad ‘Valle del Silencio’, todo cambia drásticamente durante esta época del año, la gran parte de los árboles pierden sus hojas y algunos de ellos como el Mata ratón y el Roble, se llenan de flores rosadas que se encargan de tapizar el suelo de su alrededor.
Da una ligera sensación de otoño y muy pronto florecerá otra de las bellezas que se encuentra en esta zona, el árbol llamado Polvillo, cuyas flores amarillas parecen que resplandecieran con un tono ligeramente dorado, que espero tener el placer de posteralo aquí más adelante.
El paisaje deja de ser verde y se torna en diferentes tonos tierras, dando una sensación de desolación y soledad. El suelo se agrieta y entre más tiempo demoren en aparecer las lluvias más grandes se harán las hendiduras en las cuales llegan a caber el pie de una persona.
El agua para consumir sigue siendo adquirida en los pozos o represas que tienen
construidas los habitantes de esta zona en sus porciones de tierra, la cual sigue disminuyendo hasta que a fines de marzo o a principios de abril retornen las lluvias y vuelva a bañar las lomas y los pequeños valles que encierran y que son cruzados por fuertes arroyos que sacan el agua hasta el mar, ubicado a
5 comentarios:
pues el sinu es el sinu, por algoi es el segundo valle masfertil del mundo
Bueno solo espero que con lo loco que esta el clima en estos dias, llegue esa ansiada lluvia, porque es un espectaculo magnifico cuando todo se vuelve a poner de un verde intenso casi irreal
bacanas las fotos de la que tambien es mi tierra
Gracias por compartir esos cambios naturales de tu región. El clima allí es seductor para mí. El tapete de flores debe ser hermoso. Me gustaron las imágenes pero con tus letras también lo dices todo.
La región donde crecimos alimenta el espíritu.
Te abrazo.
Bueno, no crecí allí, pero pienso en ambos, tú allí y, yo por mi Medellín.
Otro abrazo amigo!
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