Esta película fue filmada en 1984, con todos los elementos de la mejor época del cine de terror, que inició a finales de los 70. Marco González Ambriz de la revistacinefagia.com, señala en un artículo, refiriéndose a esta película, que “La histeria sobre el efecto nocivo que la violencia podía tener en los niños todavía no se dejaba sentir como ahora y lo políticamente correcto era un concepto extraño en una década donde el cine de acción y de adolescentes cachondos eran los principales filones de la industria. Por ello en las historias se podía poner a los niños en peligro, incluso representarlos como engendros diabólicos, sin por ello suscitar las protestas automáticas de los metiches de siempre. El profesionalismo necesario para filmar en 35mm, en lugar de hacerlo en video digital, requería cierto presupuesto y experiencia tanto en técnicos como en actores. Todo esto puede verse en Los Niños del Maíz, que sin ser la obra maestra que algunos quieren, sí es superior en varios aspectos a las producciones recientes del género, aunque no por ello carezca de defectos”
“El argumento de esta primera parte sigue fielmente lo narrado en el cuento de Stephen King y aunque ya es bastante conocido vale la pena recordarlo para comentar algunos aspectos del mismo. Burt (Peter Horton) y Vicky (Linda Hamilton, antes de James Cameron y Terminator) son dos recién casados que atraviesan Nebraska en auto cuando un descuido los lleva a atropellar a un niño. Burt regresa de inmediato para tratar de ayudar al muchacho, pero nota que el niño ya estaba muerto antes de que el carro lo golpeara. Alguien lo había degollado y a poca distancia del cadáver se encontraba una maleta con la que aparentemente el chico intentaba escapar. De inmediato la pareja se traslada al pueblo más cercano, de nombre Gatlin, sólo para encontrar que el sitio está abandonado y que ahora los únicos habitantes son niños que, armados con herramientas de labranza, no dudan en atacar a los adultos para ofrecerlos en sacrificio a un ente al que ellos han adoptado como dios”
Además agrega que Los Niños del Maíz presenta de forma muy eficiente el concepto de un pueblo donde la religión y la lejanía de toda civilización han llevado a los habitantes a una especie de locura colectiva. Hay imágenes memorables, como las que muestran la iglesia redecorada con maíz, incluyendo un crucifijo y otros elementos religiosos hechos enteramente con este material, como una especie de artesanía perversa. Los niños que interpretan al profeta/líder (John Franklin) y a su mano derecha (Courtney Gains), que son un pequeño de apenas diez años y un pelirrojo ya mayorcito, hacen adecuadamente sus papeles, dando de forma aceptable el tono de fanatismo y violencia que caracterizan a sus personajes.
LOS NIÑOS DEL MAÍZ
(Children of the Corn)
Dirección: Fritz Kiersch; Guión: George Goldsmith y Stephen King, basados en el cuento homónimo de este último; Producción: Donald P. Borchers, Terence Kirby, Mark Lipson, Charles Weber; Fotografía: Raoul Lomas; Música: Jonathan Elias; Edición: Harry Keramidas; Con: Peter Horton (Dr. Burt Stanton), Linda Hamilton (Vicky Baxter), R.G. Armstrong (Diehl), John Franklin (Isaac), Courtney Gains (Malachi), Robby Kiger (Job), Annemarie McEvoy (Sarah), Julie Maddalena (Rachel), Jonas Marlowe (Joseph)
EUA, 1984, 93 min.
4 comentarios:
los niños del maiz.... bueno, ya no hay vuela de hoja cierto...
que sigan los niños de maiz...hey como va el paseo, rumba lo que sea
pues a cuadrar fecha y en el Hotel Río Sinú, desde un sabado en la tardecita despues de que los esclavos salgan de trabajar y hasta el domingo al medio día ¿o qué?
Los Niños del Maíz es una de las primeras instancias en que King plantea su posición maniqueísta respecto al terror: el mal puro que debe ser derrotado por el bien puro. Constituye además una reafirmación de sus planteamientos acerca de la niñez y de la relación niño-adulto, en cuanto seres de especies diferentes, aún tratándose del mismo indivíduo abordado desde ambas perspectivas. El Mal Supremo - que en relatos y novelas posteriores a 1990 llevaría a la pura tradición judeocristiana - haciendo uso de los Niños para ejecutar el mal aparecerá en 1986 en "It", si bien atenuado por la participación de héroes infantiles que, además, nada tienen de "puros" - hablando en un sentido judeocristiano maniqueísta - sino que se trata de niños "normales", si bien caracterizados por características muy específicas.
Ya desde 1976 "La Danza de la Muerte" - reeditada en 1990 como "Apocalipsis" expresa la posición maniquea, que llega a su tope con "Desesperación" (1996), en el que la tarea de salvar primero un pueblo y luego al mundo de la dominación por parte de un antíguo demonio recae en las manos de un niño, al que además le es dado hablar con el dios cristiano - un dios de jeans, barba y gafas oscuras que va con su grabadora escuchando rock'n'roll.
Y no es raro que los cultivos de maíz sean aterradores.
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