Te di mi semilla, más allá no puedo hacer nada, aunque me hubiera gustado cultivarla.
Corre si quieres y huye hasta donde el miedo te lo permita.
Yo estoy aquí y eso lo sabes, y pronto golpearé tu mente hasta donde tu vida te permita soportarlo.
Te di mi semilla y se que vendrás con ella florecida, y ahí sabré que tan fértil eres para poder sembrar el amor.
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