miércoles, febrero 16, 2005

ES UN DESAHOGO QUE SOLO PUEDO HACER POR AQUÍ, QUIENES SE SIENTAN VIOLENTADOS DISCÚLPENME

Me voy a desahogar por aquí, es más fácil para mi y no le estoy mirando la cara a nadie, así no es tan grande la vergüenza o lo que sea que pueda sentir si digo esto delante de un ser de carne y hueso.

Desde muy niño me daba cuenta que a muchas personas le colocaban el nombre del santo del día de nacimiento, lo cual me llevó a buscar un calendario y saber cual era el mió, nunca nadie me lo había dicho, y pensé que era importante saberlo..... a ver.... 22 de julio, aquí está... 22 de julio, día de Maria Magdalena... la verdad no me emocionó mucho, a esa edad, era realmente un niño, saber que a la prostituta que mencionaban en la Biblia le habían consagrado mi día de nacimiento.

Pasó el tiempo y olvidé dicho suceso, y María Magdalena dejó de preocuparme.
Al entrar en la adolescencia me empecé a cuestionar acerca de la verdad y la búsqueda del verdadero sentido del 42, empecé a leer indagando, y llegué a encontrarme con la existencia de la antigua Diosa, el poder de lo femenino en la antigüedad y con el mundo esotérico, en el cual me infiltré muy bien.

Todo el tiempo que estuve metido de lleno en el esoterismo anduve concentrado en las energías de la naturaleza, descubrí a la Madre Tierra y el antiguo culto, y me deje seducir.. leí Historia de la Brujería y me di cuenta de las atrocidades que cometió la iglesia Cristiana Católica en esa época y de como muchos simbolismos y creencias fueron satanizados por conveniencias de los mismos religiosos. Durante esa época estuve metido en lo que llamo la Religión Antigua.

Pero el enredo mío no termina ahí... posteriormente me topé con Jesús, ahí cambiaron muchas cosas de mi vida, empecé a querer a un ser que hace mucho rato me habían enseñado que existía, pero no supieron vendérmelo, años después lo conocí por mi mismo, y me di cuenta que el man era un duro.

Comencé a sentir a Dios (no me refiero a energía masculina o femenina, simplemente a un ser energéticamente poderoso) dentro de mi, como lo dice Jesús: somos hijos de él, hechos a su imagen y semejanza, por eso todos somos hermanos, en pocas palabras todos estamos hechos de Dios, y Dios está dentro de nosotros.

Al entender esto mi vida se simplificó, y ya no había nada que me hiciera amilanar ante nada, tenía la fuerza suficiente para poder resurgir y acabar con lo que me estorbaba, porque simplemente tenía a Dios de mi lado.

Aclaro que durante todo este tiempo estuve metido de lleno con los Ángeles, y que seguía rezándole a María la Madre, como representación de la feminidad perdida.

Después de tanto leer y llegar a la conclusión que la gran importancia de Maria fue haber dado a luz y haber criado a Jesús y llorar hasta el final, desmitificando toda la concepción sin sexo, y leyendo sobre la existencia de 8 hijos más de José, dejé de creer en ella como la Diosa que nos ha querido mostrar el Vaticano, y dejé de rezarle.... únicamente cuando necesitaba algo del plano esotérico rezaba a la Madre Tierra con una oración que yo mismo escribí al lado de Angieth (después la publico).

Pasó mucho tiempo, solo rezaba el Padre Nuestro en memoria de Jesús y del Padre Azul, y a mis Ángeles de la guarda, Imamiah, Tsadkiel, Metraton, Ieiazel; y me fui alejando de lo femenino, de María la Madre y de la Madre Tierra, sentí que mi parte espiritual fue disminuyendo, y que ya no estaba en el contacto astral como lo estaba antes, me empecé a preocupar.

En mi horas ñoñas, me encontré con la leyenda de María Magdalena, y su comparación con el Santo Grial, empecé a ver otras versiones del asunto, y de que hay aún un grupo que adoran a lo femenino... a esto se le suma que la antigua religión Druídica está resurgiendo, con ella la adoración a la Tierra, pero el punto importante que me llamó la atención es que María Magdalena representa a la Diosa perdida.

Durante las noches cuando rezo, inconscientemente termino incluyendo en mi repertorio Dios te Salve María.... y paro y digo, no un momento tú ya no le rezas a María, solo crees en Dios y Jesús, los santos fueron invenciones para disfrazar a los dioses de los paganos, y así poderlos convertir al catolicismo.

Pero el rezo inconsciente se hizo permanente, hasta que decidí volver a rezar a María, pero como icono de lo femenino, de la Madre Tierra, que fue realmente su razón de existencia, de disfrazar a la antigua diosa entre los paganos, y no como la iglesia ha querido que la veamos.

Ahora, hoy en la actualidad, estoy leyéndome María Magdalena y el Santo Grial, y empiezo a toparme con todo eso de la diosa, y que la misma Biblia que yo leí de niño, tiene mensajes ocultos de alabanza a la diosa, pero que no son bien interpretados; que los mismo profetas convirtieron a la diosa en dios, Yave, para poder elegir un rey, y no una reina, y así ser más combativos contra los árabes; que la muestra de ese poder matrilineal es que David, segundo Rey de Israel, después de quitarle el trono al rey Saúl, se casa con la hija de él, para así legalizar su poder, la sangre de reyes se transmitía por las mujeres, fue después que el machismo desenfocó todo eso.

Jesús trae esa sangre por María y no por José, como nos habían querido enseñar, y María Magdalena, la misma que ungió los pies de Jesús con su cabello y un perfume recaro, estaba haciendo un ritual que se le hacia a la diosa, y Cristo lo sabía y lo aceptó.

Ésta mujer tenía la sangre de Reyes de la casa de Benjamín.... y María Magdalena es la resurrección de la Diosa muerta y olvidada por muchos, y en mi cabeza empieza a crecer otra vez el espíritu de los Caballeros de la Rosa, orden a la cual me hubiera gustado pertenecer.

Quisiera estar en el culto de adoradores de la Diosa, creo en que el poder está en lo femenino, en la antigua religión, en la importancia de María Magdalena, en que los inconscientes rezos a María no son por casualidades, y en que el que haya nacido un 22 de Julio, día de María Magdalena, tampoco es una obra de las casualidades de la vida.
Ya me desahogué, eso era todo.

1 comentario:

Ma. Magdalena Torres dijo...

Toda mi vida escolar odié a mis padres. ¿A quién en su sano jucio se le ocurriría llamar a su hija María Magdalena?
Un día, en la confesión para mi confirmación, el padre, un hombre jóven y amable, al preguntarme mi nombre sonrió con una dulzura ifinita. "ah, María Magdalena..." dijo, "la mujer más hermosa e interesante de la biblia". Desde ese día empecé a ver mi nombre de otra manera.
Claro, he tenido que aguantar los comentarios idiotas: "ah, eres una puta o una santa?" y cómo me gusta contestar: "Las dos".
¿Acaso no radica ahí la esencia de lo femenino?
María magdalena, María la de Magdala, que en arameo significa "ciudad de las torres". Símbolo de poder y fortaleza.
Un dato más: Mi apellido es Torres. ¿Coincidencia?